lunes, 15 de junio de 2015

Hemorragia de ilusión


Como ofrecerle agua a quien muere de sed,
como imaginar el sabor, la temperatura, 
el frescor, 
Como decirle que antes le prestarás la botella, 
botella fría, casi helada, para que se refresque el cuerpo,
como decirle que fantasee con las gotas recorriendo su calor,
gota a gota,
antes de que se la dejes llevar a la boca,
Como permitirle que sienta el trago,
hacerlo tan real, que se crea en un hidratado sueño,
como si nunca antes hubiera probado semejante bebida,

pero,
para cuando llega el vaso real, 
la botella sí que era fría y helada,
aunque el trago es amargo,
y las gotas pesadas,

y aquello que imaginaba gratis,
se paga a un precio mucho mayor,

Como ofrecerle agua a quien muere de sed,
y dejarle más sedienta,
a la par que indefensa,
para buscar más alivio. 

Así es romper la ilusión.
La pregunta es,
¿en cuántos pedazos se puede romper?,
¿seguirá cortando igual, abriendo herida?,

y es que,
desde luego,
aunque sean pequeños los cristales de la ilusión,
provocan grandes hemorragias de lágrimas y tristezas. 

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